Reivindicación de responsabilidad por el ataque incendiario contra el Tribunal en Wedding.
Redadas y registros de casas a escala europea. Arrestos y extradiciones. Informantes y denuncias. El alegre caos de los días de la cumbre y la confirmación de la pérdida del control para reaccionar por parte de las fuerzas del Estado. Las reacciones son notablemente más hostiles de lo que lo han sido durante muchos años. Los ataques directos contra nosotres y nuestras estructuras son la réplica de los amos. Se promueven la intensificación de la persecución, la voluntad de castigar y las despolitización de nuestras ideas y acciones.
Lo que se olvida dentro de esta lógica es que estamos unies por fragmentos políticos como pequeñas partes de un puzzle, ya sean eventos, trenes de pensamiento que están pasando en otras ciudades o que aparecen repentinamente en textos, y también por la reducción de les cómplices que son retirades de la mesa común. No tenemos que conocer a la gente que está en la calle con nosotres. A través de nuestras ideas a veces tácitas nos sentimos conectades con les otres y encontrándonos todes juntes en las calles, actuamos juntes, para que así esas ideas no sean solo soñadas en el vacío.
Los intentos en marcha del enemigo por condenar a las pocas que han resistido a los muchos no pueden quedar sin respuesta por nuestra parte.
El 7 de julio de 2017, unos pocos cientos de nosotros tuvimos éxito en lo que habíamos estado propagando y esperando en una multitud de células dispersas: lanzar un rechazo ofensivo e inflexible del espectáculo de la política y rechazar la puesta en escena de una paz social aburrida en la mañana de la cumbre del G20 en Hamburgo. Incluso si el poder judicial está tratando de arrastrar a personas que supuestamente son responsables ante sus tribunales para tratar de cerrar el capítulo de Elbchausee, para nosotres este momento sigue siendo una trampa, cuyas consecuencias se sentirán hasta los próximos disturbios.
Nos gustaría creer que los tribunales se incendian solos, pero no fue así en este caso …
El 26.12.18, vertimos quince litros de líquido inflamable combinado con espuma de poliestireno en el sótano donde se guardaban los archivos y lo incendiamos.
Esperamos que las olas de humo envíen un poco de coraje a Hamburgo.
Nos golpeasteis, pero no nos golpeasteis a todes.
¡Fuego y llamas a los que encarcelan y a su justicia!
Fuente: vozcomoarma.noblogs.org